Su ubicación en una de las zonas más distinguidas de esta costa, con silueteadas vistas sobre la bahía de Calpe en el horizonte y el espléndido paisaje marino, no pasa desapercibido. El mar por un lado, y la montaña por otro permiten sacar todo el partido de ambos, logrando crear vínculos é interrelaciones desde el interior de la vivienda hacia la montaña y el exterior hacia la costa. En el exterior la terraza está situada a un nivel superior al de la piscina y recrea una doble vista acuática: primero la piscina, y como telón de fondo el mar. Así el color azul del horizonte se convierte de forma privilegiada en el color esencial de esta propiedad. La arquitectura y la diversidad de los materiales es muy rica y adopta unos rasgos muy definitorios a la edificación. El interior de la vivienda está perfectamente distribuída entre las diversas estancias y continúa en la elección de los muebles y tapicerías adecuadas. Esta casa es un ejemplo de cómo crear una sucesión de ambientes equilibrados y homogéneos para adaptarse satisfactoriamente a las necesidades de una familia. Su distribución dispone de un apartamento individual con acceso propio. Esta vivienda permite su disfrute durante todo el año.
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